COPAGRAN: Caso exitoso del sistema cooperativo que celebra sus 15 años

REVISTA VERDE | Actualidad | 2 de octubre 2020

Surgió como la fusión de 11 empresas de diferentes zonas, con pocos recursos, y creció impulsando alianzas en distintos rubros, diversificando los negocios para sus socios

El caso de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran) es, sin dudas, una experiencia de éxito que vale la pena repasar en el marco de su 15° aniversario. En la actualidad la cooperativa tiene una facturación que se ubica entre US$ 130 y US$ 140 millones, “dependiendo de los precios, pero fundamentalmente del resultado físico de las cosechas”, comentó a VERDE el gerente general de Copagran, Gustavo Flores.

La empresa tiene una influencia cercana al 7% de la agricultura de secano que se desarrolla en Uruguay, en torno de las 80.000 hectáreas, sumando cultivos de invierno, verano y la producción de semillas forrajeras, ya sea gramíneas como leguminosas.

“Incluso cuando se achicó el área, crecimos en la participación, porque nuestros productores están insertos en la zona agrícola tradicional, donde la agricultura forma parte de las rotaciones y es el modo de producción”, explicó el gerente general.

Flores agregó que el área de doble cultivo es muy importante, “siempre ha sido un objetivo, dado la red de infraestructura que posee la cooperativa, y entonces tenemos el compromiso de administrarla lo mejor posible. Es una de nuestras fortalezas estar cerca de la producción para brindar soporte logístico. No hemos aumentado la capacidad estática pero se ha mejorado la infraestructura de recibos, con más servicio. Se apuntó a integrar rubros, por eso se amplió la fábrica de alimentos balanceados y se crearon dos plantas de semillas de última generación, porque precisamos generar trabajo e ingresos todo el año”.

Señaló también que se trata de buscar acuerdos que “nos permitan llegar con buenos negocios a nuestros productores”, y eso no es solo para los cultivos de verano sino también para los de invierno.

Copagran es distribuidor de Ambev y también de Maltería Oriental, con lo cual “estamos originando cerca del 17% de la cebada nacional. Hemos fluctuado siempre junto al área de cebada. En los últimos años el cultivo ha tenido una expansión y nuestra participación ha crecido”, destacó.

Mientras que con el trigo “se han seguido los movimientos del área en Uruguay. Se aumentó el área de colza y la superficie de avena, raigrás y leguminosas, entre otras”.

Copagran le produce forrajeras a terceros, además de los materiales propios luego de adquirir licencias al Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), “algo que ocurre cuando los materiales licenciandos se adaptan a las condiciones de las zonas donde operamos”, detalló.

En estos 15 años la cooperativa enfrentó con éxito a la situación económica y financiera que le dio origen, pero también invirtió más de US$ 10 millones en infraestructura.

“Tenemos dos formas de devolverle al socio su condición de tal, los beneficios tienen que ser para el socio. Se entendió que un camino era ofrecer un pool de negocios alternativos para conformar la mejor combinación para cuando el productor tenga que tomar decisiones. Ponemos los huevos en diferentes canastas y aconsejamos que nuestros productores también lo hagan”.

El otro camino fue capitalizar la cooperativa. “Si vamos generando nuevos negocios, el objetivo es reinvertir para mejorar los procesos, para tener más escala y buscar productos de mejor calidad. En definitiva, al final del día el socio tiene una empresa de mayor valor y más competitiva para mejorar su propia actividad”, consideró Flores.

Al comienzo de Copagran el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) le transfirió los silos de las cooperativas fundadoras, y “ahora estamos finiquitando el cierre de esa etapa. Ya tenemos gran parte capitalizada, más del 84%, y queremos ver si podemos culminar este proceso para que todos los activos que administramos sean en un 100% de la cooperativa”, explicó.

Los productores

Copagran tiene unos 850 productores socios, de diferentes rubros productivos, de los cuales entre 250 y 300 realizan agricultura. La empresa cuenta con cinco unidades de negocios: granos, semillas, insumos, negocios ganaderos y nutrición animal.

Flores explicó que “se busca velar por la rentabilidad, trabajar con eficiencia. Los directivos y socios han tomado conciencia de que no se puede sostener negocios que no contribuyan al conjunto de la actividad, porque el deterioro de la empresa es el deterioro de los propios activos”.

A propósito, dijo que “la cooperativa es de los socios y, más allá de que se pueda repartir dividendos o no, en Copagran existe un sistema para repartir utilidades en función del volumen del trabajo que tiene cada socio. Pero independientemente de eso, si la cooperativa es fuerte, es valiosa, ya tiene su valor económico para el socio”, acotó.

Al ser consultado sobre el reparto de dividendos, el gerente general manifestó que tiene que haber un resultado acumulado positivo. “Un año puede ser muy bueno, pero el anterior puede haber sido complejo”, explicó.

En Copagran “hemos tenido resultados positivos en casi todos los años, pero el más duro fue el 2018, por la seca. Cuando no hay resultados negativos acumulados los dividendos se reparten en función de las unidades de actividad, que son dólares por año (US$/año), y se hace una ponderación de la actividad en los tres años anteriores, para velar por el productor consecuente que siempre está. De repente tiene menos volumen, pero todos los años comercializa con Copagran”, señaló.

Más allá de eso, agregó que “lo más importante es que la cooperativa sea fuerte, porque en la medida que sea fuerte y pueda seguir invirtiendo, creciendo y cumpliendo siempre sus compromisos, el productor no solo tendrá una empresa que es de él, que vale más, sino que al final del día estará contribuyendo a la creación de nuevas alternativas comerciales para continuar en el circulo virtuoso”.